Andrés y Juan se encontraron con Jesús. "¿Maestro, dónde vives? Venid y lo veréis, les dice Jesús. Fueron y permenecieron con Él toda aquella tarde. Y no le dejaron más. Hasta el martirio. Con muchos fallos, pero fueron fieles. Y no entendieron muchas cosas. Pero se fiaron, porque amaban apasionadamente. No hay otro camino.
"El verdadero y apremiante problema de Dios es el problema de la religión, es decir, el de nuestras relaciones con Él. La existencia de Dios es una altísima conclusión de nuestra inteligencia libre, pero lo que en cada momento concreto se nos plantea es el tema de nuestras relaciones con Él. Esta suprema cuestión sólo Jesús es capaz de resolverla plenamente. ¿Dónde iríamos a buscar a Dios, si no tuviéramos a Cristo?" (G. Chevrot: El pozo de Sicar). Es problema de coherencia.
El amor nace del trato. Trata a Dios y creerás en Él. Porque la oración, como la vida cristiana, no consiste "en pensar mucho, sino en amar mucho" y "todos son hábiles de su natural para amar" (cf. Santa Teresa de Jesús: Castillo interior, IV 1, 7 y Fundaciones 5, 2).
3 comentarios:
Caro Caminante.
No, no hay otro camino.
;)
O pensamento, a partir de si, por muito que discurse, não se orienta, anda às voltas em redor de si - e desorienta-nos.
Abraço forte, e desejos de bom carnaval e voluntariosa quaresma.
Gracias, Víctor. La cuaresma es camino de ascesis hacia la Pascua. No hay alegría sin cruz. Éste es el camino. Que lo recorramos con fuerza.
Un fortísimo abarzo.
Caminante, leo ahora este post y me doy cuenta, aquí debí escribir mi comentario.
Pero me hace feliz haberlo puesto antes, porque confirma lo dicho, nada es casual, leerlo es Providencial.
He Amado mucho, así con mayúsculas como se refiere usted a este Amor. No estoy ahora en mi mejor momento, pero por algo estoy aquí.
Mi saludo respetuoso para usted
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