miércoles, julio 19, 2006

EL CAMINANTE DESCANSA


Amigo mío: es tiempo de descansar. Descansar es cambiar de actividad, dedicarse a otra cosa que no sea lo habitual, lo cotidiano.
Descansar no es dedicarse a no hacer nada. Eso es simplemente perder el tiempo. Y el tiempo es un tesoro que se nos confía para que lo hagamos fructificar.
El barco que ves está preparado. Es preciso navegar. Otros mares, otros peces, otras orillas... nos esperan.
Pronto, si Dios quiere, regresaré al puerto de todos los días. Hasta entonces, como siempre, un fortísimo abrazo.

13 comentarios:

Maria P. dijo...

Bom descanso!
um abraço

caminante dijo...

Gracias, María.
Un fortísimo abrazo.

Lety Ricardez dijo...

Buenos vientos para usted Caminante y mi saludo respetuoso

Anónimo dijo...

Felices vacaciones, que lo descanse usted bien, aunque sea en otros lares, que seguro que se lo ha merecido.

Llévese usted una buena brújula y no se acerque al Triángulo de las Bermudas...

Un Abrazo

Hortência dijo...

Caminante,
Es un sitio muy agradable. Son palabras que llegan al oído como se fuesen de un gran amigo. Pasaré aquí más veces.
Un abrazo.

caminante dijo...

Lety, buenos vientos condujeron, en efecto, la nave. Días de navegación intensa y con abundante pesca. Gracias por tus buenos deseos.
De nuevo en el camino, con los mismos oficios de siempre. Renovadas las energias.
Un fortisimo abrazo.

caminante dijo...

Hortência: gracias por tus palabras y por tu visita.
No lo dudes, son palabras de amigo. No importa que no nos conozcamos. Hay otros modos de conocimiento y de amistad más profundos y, acaso, más duraderos. Por esos caminos ando.
También yo viosito tu página. Muy bella.
Un fortísimo abrazo

caminante dijo...

Caro Lobo:
Tiempo ha que llevo una buenísma brújula y un gran experto en la rutas. Si me pierdo, la culpa es exclusiva mía.
Difícilmente podría perderme en el triángulo de laa Bermudas cuando Galapagar fue mi campamento. He sufrido el mismo calor que en Madrid. Pero no vale la pena quejarse.
He descansado mucho, trabajando mucho.Valió la pena.
Me encontré en Madrid con alguien que hecha de menos tus sabias palabras. Y te lee en mi guarida. Y te felita.
Un fortísimo abrazo.

Anónimo dijo...

No me deje usted así, dígame de quien se trata, porque a uno ya sólo le queda sentirse querido.

Me alegro de que haya descansado trabajando mucho. Tiene usted que contarme su fórmula mágica.

Un cordial abrazo, amigo.

Saludos

caminante dijo...

Caro Lobo, sí te diré de quién se trata. Pero -perdóname el atrevimiento- necesito tu dirección de correo. Puedo ponerte en contacto con esa persona, pero necesito decírselo y poneros de acuerdo. Si me escribes a mi correo, te puedo decir más cosas.
A mi me pasa lo mismo: sentirse querido es lo que nos queda. Sólo puedo ofrecerte mi amistad sincera y leal. Más de una vez te dije que tenías un corazón grande, muy grande. No lo desperdicies. Creo que podemos hablar.
Unj fortísimo abrazo.

caminante dijo...

Estrella fugaz, gracias por todo. Que fue mucho. Reaparece, siempre serás muy bienvenida. La distancia -tantas veces- acorta la lejanía. Porque el Amor da sentido,tritura las distancias, acerca mucho más que la simple presencia física. Es algo que sólo las almas grandes como la tuya, comprenden. ¡¡¡Ánimo!!!
Un fortísimo abrazo.

Klatuu o embuçado dijo...

Buenas vacaciones! ;)

caminante dijo...

Caro Lobo: no hay fórmulas mágicas. Perdona que te lo diga así de claro: se descansa trabajando mucho cuando trabajas en lo que es la razón de tu vida, el por qué de tu existencia. El cansancio aparece, pero no agota. Creo haberme explicado. No sé decirlo de otro modo. Pero el Lobo es muy inteligente y sabrá entender.
Quizá podremos hablar de ello más despacio.
Un fortísimo abrazo.