jueves, mayo 11, 2006

EUTANASIA ¿AYUDAR A BIEN MORIR?

En el espacio de un Post no se puede hacer un tratado. Pido se den por provados algunos de los argumentos esgrimidos.
Etimológicamente, EUTANASIA, procede del griego: EU (bien) y THANATOS (muerte).
Por lo que podemos definirla como: buena muerte, muerte sin dolor...
El primero en emplear esta palabra fue Bacon (año 1623): "La función del médico es devolver la salud y mitigar el sufrimiento -decía- y los dolores, no sólo cuando esa mitigación pueda conducir a la curación, sino también si puede procurar una muerte tranquila y fácil".
Devolver la vida y mitigar el sufrimiento no es lo mismo que matar. Sí puede, como efecto del tratamiento (cuidados paliativos díríamos hoy) acortar la vida. Como efecto secundario, nunca directo.
Hoy se entiende por eutanasia: facilitar la muerte liberando al enfermo de todo dolor, provocar positivamente la muerte de un enfermo desauciado, suprimir sencillamente la vida de un ser considerado inútil, sin valor y sin sentido.
El planteamiento ha de ir más allá del campo religioso y situarse en el ámbito de la medicina. Y de la función médica.
Un acto médico -pienso- nunca puede constituir un asesinato.
El debate sobre la Eutanasia no es de ahora. Se remonta varios siglos atrás. El enigma del dolor y de la muerte son antiguos como la humanidad misma.
Decía Platón en la República: "Establecerás en el Estado una disciplina y una jurisprudencia que se limite a cuidar de los ciudadanos sanos de alma y cuerpo; se dejará morir a quienes no sean sanos de cuerpo".
E Hipócrates en Campus Hipocraticum 1, nos dice: "No daré veneno a nadie, aunque me lo pida, ni tomaré nunca la iniciativa de sugerir tal cosa".
Una cosa es matar deliberadmante o poner un acto positivo del que sobrevenga la muerte. Y otra cosa muy distinta es paliar el dolor, aunque como consecuencia sobrevenga la muerte.
Está claro que a un unfermo no se le puede retirar ni la alimentación ni la hidratación. Sería matarlo. Estaríamos en el caso famoso de Terry Schiavo. Murió de sed. (Pocos saben que al niño que intentó darle agua se lo impidieron).
El respeto a la vida no admite excepciones. Abierta una puerta, por muy estrecha que sea, es abrir el camino de convertir en ley lo que es excepción. La experiencia lo demuestra.
Haciendo un pequeño resumen podemos decir:
ES EUTANASIA:
-Eliminar deliberadamente una vida humana por un acto médico
-omitir los medios ordinarios de tratamiento con el objeto de que sobrevenga la muerte
-matar sin dolor y deliberadamente a personas que se tienen como destinadas a una vida atormentada por el dolor o por la incapacidad, con el propósito de ahorrarles sufrimientos o liberar a la sociedad o a la familia de una carga.
NO ES EUTANASIA:
-evitar el encarnizamiento terapéutico.
-administrar un tratamiento necesario que está dirigido a paliar los sufrimientos del enfermo y, que como consecuencia permitida pero no querida, se sigue el acortamiento de la vida.
-dejar de administrar tratamientos extraordinariosa un paciente en coma irreversible cuando haya perdido toda actividad cerebral.
En un Documento de la Iglesia Católica de 1980 se decía: "En nuestra lucha por combatir la eutanasia, no hay que imponer tratamientos prolongados -verdaderos ultrajes muchas veces-, que interfieren el curso normal de la naturaleza, cuando resulta claro que Dios tiene otros planes. Para un cristiano, la muerte no constitute un mal definitivo, sino la meta final de nuestro caminar, la llegada a la verdadera Patria".
La experiencia clínica -hay abundantes estudios sobre ello- demuestra que si el enfermo se siente querido y estimado, atendido y se le mitigan los dolores, no recurre a la eutanasia.
Es necesario que el Estado y la Medicina avancen en Unidades de Cuidados Paliativos para dar seguridad y confianza al enfermo.
Termino con una anécdota que, pienso todos hemos vivido en nuestra infancia: cuando nos dolían las muelas y no había analgésicos en casa, el remedio era acurrucarnos en el seno de nuestra madre. Aquel calor y aquel cariño terminaban por vencer el dolor y sumirnos en profundo sueño.

36 comentarios:

El Navegante dijo...

Aló caminante:
tema muy importante y dificil has tratado en este post.
la libertad personal,se mezcal a veces con aquellos familaires que debn tomar una desición (oculta o abierta).
Creo que el problema mayor, radica en que aún no hay suficientes garantias para todo aquél que peuda ser mitigado su dolor .
Esto dicho en el sentido de que es un exclente camino para quitarse de encima a un efermo a quien uno aborrece, o de quien se sienten molestias.
Tal vez el hombre án no está capacitaod paa emular la voluntad divina o el destino, según las creencias de cada uno.
Un abrazo

Ver para crer dijo...

Concordo plenamente com o que escreveste.
Mas hoje muitas pessoas perderam o sentido da vida e por isso nãda mais esperam quando se fecham os horizontes da vida presente.
Um abraço hermano

Anónimo dijo...

No coarctemos con la ley el derecho de cada uno de decidir sobre su própria muerte.

Es acceptable que propugnemos por expandir a terceros nuestras convicciones. Imponerlas desde un quadro legal en un foro tan íntimo como definir lo que es morir con dignidad me parece rayar el umbral del autoritarismo.

Lety Ricardez dijo...

¿y retirar el respirador Caminante?
En los casos extremos,de agonizantes, accidentados, o muerte cerebral.
¿retirar este aparato es eutanasia?

Esta duda subsiste para mí.

Lo saludo con respetuoso afecto.

caminante dijo...

Caro navegante: mitigar el dolor es posible. Para ello están los cuidados paliativos. La medicina ha progresado mucho en este campo.
Un enfermo que no sufre, está atendido, se siente comprendido, amado, valorado... no pide la eutanasia. Podría citarte varios informes que recogen estas experiencias. Créeme. Si`quieres una contestación más amplia, escríbeme.
Un fortísmo abrazo.

caminante dijo...

Cara resonansias: gracias por tus comentarios -alentadores- y gracias por la promesa de volver. ´
La eutanasia es tema viejo, casi como la humanidad.
Cuando se pierde el sentido trascendente de la vida, se pierde el respeto por la misma.
Hemos de amar la vida, defenderla, protegerla... Y ayudar a mitigar el dolor todo cuanto sea posible. Pero no olvides que la eutanasia no es la solución. Como no es solución cortar la cabeza cuando duele. A nadie se le ocurre este remedio.
La medicina està para curar, no para matar. El médico que aplica la eutanasia fracasa como profesional y como persona.
Un fortísimo abrazo.

caminante dijo...

Caro ver para creer: has dado en el clavo. La pérdida del sentido de la trascendencia está en el origen de la eutanasia. Y el no entender que el dolor forma parte de la condición del hombre caído. Y que es el camino necesario, el camino de la Cruz.
Es cierto que parece una predicación en el desierto,pero no lo es. Siempre hay quien escucha.
Un fortísimo abrazo

caminante dijo...

No suelo contestar a los anónimos. En la lucha hay que luchar a cara descubierta. Y bajar a la arena. No podemos tirar la piedra y esconder la mano.
Po una vez voy a contesatrte, caro anónimo. La vida es un don que hemos de entregar. No somos dueños, sino administradores.
No tenemos derecho a matarnos, por mí mismo o por las manos de otro. La eutanasia es siempre un homicidio o un suicidio asistido, como quieras.
Defender la verdad no es autoritarismo, es servicio a la persona.
El estado no tiene ningún derecho a imponer una ley que permita matar impunemente a otro ser humano.
El texto más claro es el de Hipócrates. Y no creo que se trate de imponer nada.
¿Por qué si yo expreso mi convicción soy autoritario y si tú expresas la tuya no lo eres? ¿No te parece una pequeña contradicción?
¿Impone el profesor su saber al alumno cuando explica categóricamente la teoría de la relatividad, el funcionamiento del corazón, lo que sucede en la fusión de los núcleos en la fecundación...?
Un fortísimo abrazo.

caminante dijo...

Cara Lety: no es lo mismo un agonizante que una persona con muerte cerebral.
La ética médica dice que no es lícito poner un acto del que se sigue directamente la muerte. Es un asesinato.
Hay casos muy conocidos de personas en estado de coma, tenido por irreversible, a quienes se les ha retirado el respirador, y han vuelto a la vida.
Hay que tener la certeza de la muerte para retirar la hidratación-alimentación y la respiración. Lo dificl, en elgunos casos, es certificar la muerte. A veces no es suficiente el encefalograma plano. Permiteme que no sea más explícito en el espacio de un Blog. Puedo contestarte en mi correo más ampliamente.
Un fortísimo abrazo..

caminante dijo...

Cara Lety: la vida no es un valor absoluto. Lo que es un valor absoluto es la dignidad de la persona humana, que está hecha a imagen y semejansza de Dios.Por eso el martirio o el arriesgar la propia vida por salvar a otros no só,lo no son pecado, sino que pueden ser algo valioso o incluso moralmente obligatorio.

Copio de "100 cuestiones y respuestas sobre la defensa de la vida humana..." la doctrina sobre la eutanasia:
1.- Jamás es lícito matar a un paciente, ni siquiera para no verle sufrir o no hacerle sufrir, aunque él lo pidiera expresamente. ni el paciente ni los médicos, ni el personal sanitario, ni los familiares tienen la facultad de decidir o provocar la muerte de una persona.
2.- No es lícita la acción que por su naturaleza provoca directamente o intencionalmente la muerte del paciente.
3.- No es lícito omitir una prestacuión debida a un paciente, sin la cual va irremisiblemente a la muerte; por ejemplo, los cuidados vitales (alimentación por tubo y remedios terapéuticos normales) debidos a todo paciente, auqnue sufra un mal incurable o esté en fase terminal o aun en coma irreversibel.
4.- Es ilícito rehusar o renunciar a cuidados o tratamientos posibles o disponibles, cuando se sabe que resultan ineficaces, aunque sea sólo parcialmente. En concreto, no se ha de omitir el tratamiento a enfermos en coma si existe alguna posibilidad de recuperación, aunque se puede interrumpir cuando se haya constatado su total ineficacia. En todo caso, siempre se han de mantener las medidad de sostenimiento.
5.- No existe la obligación de someter al paciente terminal a nuevas operaciones quirúrgicas, cuando no se tiene la fundada esperanza de hacerle más llevadera la vida.
6.- Es lícito administrar narcóticos y analgésicos que alivien el dolor, aunque atenúen la conciencia y provoquen de modo secundario un acortamiento de la vida. Siempre que el fín de la acción sea calmar el dolor y no provocar subrepticiamente un acortamiento sustancial de la vida; en este caso, la moralidad de la acción depende de la intención con que se haga y que exista una debida proporción entre lo que se logra (la disminución del dolor) y el efecto negativo para la salud.
7.- Es lícito dejar de aplicar tratamientos desproporcionados a un paciente en coma irreversible cuando haya perdido toda actividad cerebral.Pero no lo es cuando el cerebro del paciente conserva ciertas funciones vitales, si esa omisión provocase la muerte inmediata.
8.- La personas minusválidas o con malformaciones tiene los mismos derechos que las demás personas, concretamente en lo que se refiere a la recepción de tratamientos terapéuticos. En la fase prenatal y postnatal se les han de proporcionar las mismas curas que a los fetos y niños sin niguna minsuvalía.
9.- El Estado no puede atribuirse el derecho de legalizar la eutanasia, pues la vida del inocente es un bien que supera el poder de disposición tanto del individuo como del Estado.
10.- La eutanasia es un crimen contra la vida humana y contra la ley divina, del que se hacen corresponsables todos los que intervienen en la decisión y ejecución del acto homicida.

Perdón por la larga respuesta.
Un fortísimo abarzo.

CVJ dijo...

Olá Caminhante.
O tema é difícil e complexo, mas fundamental.
è verdade que o sofrimento faz parte da vida e ninguém o nega. Mas... Mas quando se torna insuportável? Nem toda a gente tem a força necessária para continuar vivendo. E não me parece que seja só por perda ou não da esperança da ressurreição.
Não creio que Eutanásia seja matar. Deveria ser ajudar a bem morrer e isso deveria incluir muitas e variadas formas de "ajuda" e de tipos de "morte".
Coragem e um abraço.
Leonel

Anónimo dijo...

Nuevo en esto de los blogs, aun no sé como escribir identificandome. Asi que no se trata de cobardia sino de ignorancia, que espero suplir a muy corto plazo.

Sobre el tema creo que por no haber sabido expresarme no me has entendido bien. Profundizo mi posicion, si me lo permites:

1. Mis convicciones sobre el valor de mi vida podran ser distintas a las tuyas, se trata de cuestiones del foro intimo de cada uno y que van dictadas por sus conceptos filosóficos y personales.

2. Fué en este sentido que he dicho que plasmar en la ley una obligacion de cumplir con lo que unos piensan sobre la dignidad de la muerte y universalizar este concepto, intrinsecamente personal, me parece un atentado a libertad de decision.

3. No asi que se defienda conceptos subjectivos y se intente cambiar posiciones que consideramos incorrectas.

Posiblemente si me veo en un estado de sufrimiento intenso y terminal mi instinto de supervivencia me hará retrasar la muerte todo lo que pueda. Pero si decido que he llegado al umbral de la tolerância al sufrimiento y dedico ponerle fin, una ley que me lo prohibiera no haria más que tornar más grande la indignidad con que me sentiria morir.

Espero haberme hecho entender esta vez. No soy contra tus ideas, dictadas desde tus próprios conceptos, y me parece muy bien que pugnes por generalizarlas difundiendolas y convenciendo a los demás.

Lo que me parece mal es que convicciones dictadas por una moral particular, las tengan que cumplir otros con una moral distinta.

Un cordial saludo.

José

caminante dijo...

Caros CVJ y José: pido perdón. Os no puedo contestar y quizá mañana, tampoco. Intetaré el próximo jueves día diceciocho. Ambos somentarios merecen respeto y una contestación reposada.
José, gracias por identificarte. Y perdona si te he ofendido.Si posees un blog basta con que pinches sobre "Blogger" y escribas en los recuadors corespondientes. O en OTROS y dejes tu dirección. A mi me basta con llamarta José. Nombre que significa "Dios añadirá", si no recuerdo mal. Añadido al grupo de amigos.
Un fortísimo abarzo a ambos.

Alberto Portoles dijo...

Caminante: un poco largo, en efecto, pero merecía la pena. Gracias por tu claridad. Viene bien que alguien se atreva a llamar a las cosas por su nombre, que no piense que por dfender la verdad uno deja de ser moderno o menos libre. Gracias también porque la falacia de la conciencia suprema queda un poco destrozada. La conciencia -o llámesela como la llaman algunos en los comments-claro que es norma, pero tiene que sea verdadera porque si no todo es un arrogante error

caminante dijo...

Alberto,gracias. Siempre es bueno recibir también palabras de ánimo. También son buenas las críticas. Ayudan a pensar y a intentar comprender la posición del otro.
Creo muy acertado lo de que la conciencia es norma, pero ha de estar bien formada, ser verdadera.
Un fortísimo abrazo.

Anónimo dijo...

Buenas tardes a todos, un saludo especial a Caminante.

Un "pero", mientras aguardo la contestacion prometida:

- Pero que es eso de "conciencia verdadera"? Un valor universal que hay que imponer a fuerza de ley?

Cada uno de nosotros piensa que su conciência es la "verdadera", amigos mios, y esto en quanto no actue de mala fé...

Por eso se diferencian los hombres en questiones de política, religion o ética.

Y estos temas hay que discutirlos y no imponerlos, a mi modo de ver. Demasiados conflictos se han labrado ya en nombre de modos personales de ver, la tolerancia se vuelve cada vez más necesária.

Perdona, Caminante, mi forma de expresarme, más directa que dura y siempre sin animos de imponer nada a nadie. Com antes dijiste (y en eso coincidimos - no hay que temer defender nuestros puntos de vista, con claridad y respecto por los demás.

Un cordial saludo

José

caminante dijo...

Caros amigos:
No he podido cumplir mi promesa. La vida es rica en sorpresas y en acontecientos. Cuando no dispones más que de un rato a estas horas de la noche, la cosa se complica.
Pero mantengo lo dicho. Y añade José una nueva cuestiòn, muy interesante. Espero saber responder. Otra cosa -que no pretendo-será convencer.
Hoy mismo ha caído en mis manos un libro, editado este mismo año. Copio la referencia por si a alguien le interesa. Seguro que aclararía, con calma y sosiego, muchas cosas. Como decía en mi post no puede agotarse un tema en el espacio de un Blog.
El libro es: Consejo Pontificio para la salud, CUIDADOS PALIATIVOS, editrial PALABRA, MADRID 2006).
Es el resultado de una Conferencia Internaional tenida en Roma los días 11, 12 y 13 de septiembre de 2004. Intervienen personas de varios ámbitos.
La claridad de ideas se adquiere, casi siempre, estudiando buenos autores, especialistas honrados. Que no siempre coinciden con las opiniones políticamente correctas.Lo políticamente correcto no suele ajustarse a la verdad. Y la verdad tampoco es resultado del consenso. Existe una verdad objetiva que no depende de lo que yo piense. ES. Y no se trata de imponer a nadie nada. Sino justamente respetar a las personas. Cuando afirmo que dos más dos con cuatro, afirmo una verdad, no la impongo.Y lo mismo digo cuando el profesor explica en clase la situción de Alaska, que está en una determinada latitud y longitud. Y esto no es opinable. No puedo, aunque lo quiera, consensuar su situación, dado el mapa.
Un fortísimo abrazo.

caminante dijo...

Tenemos el testimonio vivo de Juan Pablo II, de feliz memoria. Supo estar hasta el final con dignidad. Y dando pruebas de que se puede.
Copio unas palabras suyas: "El sufrimiento, la ancianidad, el estado de inconsciencia y la inminencia de la muerte no disminuyen la dignidad intrínseca de la persona, creada a imagen de Dios.
"Entre los dramas causados por una ética que pretende establecer quién puede vivir y quién debe morir, se encuentra el de la EUTANASIA. Aunque esté motivada por sentimientos de una mal entendida compasión o de una comprensión equivocada de la dignidad que se debe salvaguardar, la EUTANASIA, en lugar de rescatar a la persona del sufrimiento, la elimina.
"La compasión, cuando no se tiene la voluntad de afrontar el sufrimiento y acompañar al que sufre, lleva a la supresiòn de la vida para eliminar el dolor, tergiversando así el estatuto ético de la ciencia médica"
El dolor de cabeza puede eliminarse de varios modos: cortando la cabeza del paciente o administrádole un analgésico.O detectando la causa y administrando el remedio adecuado. Creo que todos estamos de acuerdo que cortar la cabeza no es curar.
Un fortísimo abrazo.

Anónimo dijo...

Estimado Caminante:

El tema es duro y como dices una discusion profunda no cabria en el espacio de este blog. Además tiene múltiples implicaciones. Me extenderé un poco más en mis comentários, si me vuelvo pesado no tienes más que borrarlos:

1. Cuidados paliativos - este es un tema que por si solo nos llevaria lejos.

Primera question: que finalidad tienen? Disminuir el dolor? Si, pero a que precio? Se duerme un moribundo a base de morfina, haciendo que vegete en un estado de adormecimiento hasta que la muerte venga?

Segunda question: son los cuidados paliativos una prioridad de los servicios públicos? Y donde no se otorgan y el sufrimiento se hace insoportable, será la eutanásia admisible deste tu punto de vista?

Tercera question: y que decir del sufrimiento psicológico, que puede ser más doloroso que el físico, sobretodo si se mantiene durante años?

2. Verdades absolutas - si que las hay, universales y facilmente demonstrables por el método científico. El problema radica en quando las extendemos al foro más íntimo y personal del ser humano. El concepto de vida y de muerte radica en la esencia misma del indivíduo y es fructo de su formacion personal. Los autores que se leen seran buenos para unos, malos para otros. Hay un caldo de cultura del qual no podemos abstraernos. Yo sigo convencido que es malo imponer a los otros, por fuerza de ley, nuestros valores, en casos necesariamente tan personales.

3. Quien decide? - el tema lo has puesto más desde el punto de vista del médico que del enfermo. Es que no hay que contar con su capacidad de decision? Que le quepa a el la última palabra - y ojo, estoy hablando en casos en que la muerte se vuelve inevitable, y el sufrimiento es atroz.

Lo de Juna Pablo II y de la forma como encaró su sufrimiento confirma mi modo de ver: dio, por el ejemplo y no por la ley, un testimonio asombroso de sus convicciones. Sin imponer nada, pero siendo coherente con ellas. Asi debe ser.

Un último inciso sobre la analogia que haces: cortar la cabeza o poner un analgésico. Obviamente el analgésico, que cura. Pero estamos hablando de casos sincura posible.

Ub cordial saludo

José

caminante dijo...

Caro José: apasionante lo que dices.No temas ser pesado. Intentaré dar cumplida respuesta a tus planteamientos. Sólo te pido me des tiempo, no mucho.
Te remito al libro señalado en una respuesta anterior. Ilumina, da luz y propone soluciones. Creo que vale la pena.
Estoy plenamente de acuerdo contigo. Sobran las palabras -quizá- en este mundo nuestro. Se precisan TESTIMONIOS. El Papa, hablando a jóvenes les dice que el mundo de hoy necesita MARTIRES, es decir TESTIGOS. No impone nada, sencillamente camina delante, como el Maestro. La coherencia es decisiva. El mismo Juan Pablo II decía: "La verdad no se impone, se propone". La persona merece el máximo respeto. Este es el camino. Y es el Camino que nos trazó Jesucristo: "Si quieres... el que quiera seguirme..."
Gracias. No te impacientes.
Un fortísimio abrazo.

T D dijo...

caro caminante,

desculpa mas escrevo em português:

só hoje li o teu "post"

fiquei muito sensibilizado - sobretudo porque na passada sexta-feira pude ver "Mar Adentro"

um filme que nos falam sobre a utilidade do continuar a ser. um filme que nos questiona muito sobre o ser e o sofrer.

abraço

Francisca Westphal dijo...

Para que decir que es un tremendo tema. Muerte natural, asistida, enfermos terminales o postrados en la cama, para mi el tema pasa por la conciencia del enfermo. Yo no estoy de acuerdo en el suicidio, creo que la vida hay que enfrentarla con valentía, pero si yo no pudiese mover sino los músculos de la cara y solo eso, no se si podría decir lo mismo, la vida se siente distinta desde la postración... un abrazo y gracias por tus comentarios en mi blog

caminante dijo...

Cara Pancha: gracias por dejar tus huellas en mi blog.
Permíteme indicaqrte que leaa con detenimienteo mis respuestas anteriores. Incluso recoiendo algún libro.
La eutanasia, cuando es verdadera eutanasia, aun a petición del enfermo es siempre dar muerta a alguien. Y no tenemos derecho a ello. Sólo en caso de legítima defensa. Y no es este el tema.
Si una persona se siente querida, asistida, arropada y con el mínimo dolor, la experiencia clínica demuestra que no quiere morir. La alternativa al dolor, no es la muerte. Son los cuidados paliativos.
Te ruego visites, con calma, esta página. Medítala despacio y luego dime algo.
www.muertedigna.org
Recibe un fuerte abrazo.

caminante dijo...

Caros amigos, sobre todo José: pido disculpas por la tardanza en la contestación.La vida es rica en sorpresas que cambian nuestras previsiones.Voy a contestar breve y, espero, claramente a lo preguntado.
1.- Ruego se lea con sosiego tanto el Post como las contestaciones a los comentarios. Creo que la doctrina está claramente manifestada. Otra cosa es que haya divergencia en los puntos de vista, incluido que haya verdades subjetivas o que cada uno tiene su propia concia. La verdad es objetiva y la conciencia, como norma de actuación, no puede ser otra que la conciencia verdadera, la que se adecúa a la realidad: La Verdad se defínía como la adecuatio intellectus et rei.
2.-Los CUIDADOS PALIATIVOS "se sitúan del lado de la vida y consideran la muerte como un acontecimiento normal, sin pretender ni acelerarla ni retrasarla"
Tienen como finalidad hacer más soportable el sufrimiento y, al mismo tiempo, asegurar al paciente un acompañamiento humano adecuado. Cierto que, en ocasiones plantean graves problemas morales y que han de ser valorados en su justa medida, sobre todo en enfermos en fase terminal.

3.-EUTANASIA es una grave violación de la ley de Dios, en cuanto eliminación deliberada y moralmente inaceptable de una persona humana. Esta doctrina se funda en la ley natural y en la Palabra de Dios escrita; es transmitida por la Tradición de la Iglesia y enseñada por el Magisterio ordinario y universal.
LA EUTANASIA consiste en el suministro voluntario de un medicamento con el fin (intención) de provocar la muerte de un paciente que repetidamente lo ha solictado.
Por Eutanasia se entiende una acción o una omisión que por su naturaleza, o en la intención, causa la muerte con el fin de eliminar cualquier dolor.
Es siempre ilícita y nunca se puede justificar.
Nunca puede considerarse como un tratamiento médico.
Es la negación de la libertad.
Y la aceptación social de la eutanasia es característica de una cultura cerrada a la trascendencia.

Para terminar, si tienes tiempo, te recomiendo unos libros en los que puedes encontrar, profundizada y clara, la doctrina expuesta, junto la página www.muertedigna.org.
Andrés Ollero: Derecho a la verdad,Eunsa 2006.
Marcello Pera-Joseph Ratzinger: SIN RAÍCES, Barcelona 2006.
Comisión Pontificia para la Pastoral de la Salud: CUIDADOS PALIATIVOS, Palabra 2006.

Espero haber contribuido, auque sea someramente, a esclarecer este debate. Amemos y defendamos la VIDA. Poque la Vida, toda VIDA HUMANA,aun cuando parezca inútil y sin sentido, merece respeto y merece ser vivida.
Eres siempre bienvenido a esta página, que es tu casa, y no molestas. Tus palabras resultan interesantes. Ayudan.
Un fortísimo abrazo a todos los que comentaias y a los que, pasando por el Camino,dejan sus huellaqs silenciosas.

Anónimo dijo...

Hola, Caminante, gracias por tu respuesta.
Debo decirte antes de más que estoy de acuerdo con mucho de lo que propugnas respecto a la vida humana. Hay que respectarla, y, desde el punto de vista de la sociedad, intentar que se haga más digna a todos los niveles.
El instinto de supervivencia es extremadamente acusado en todas las espécies, y, como no, en la espécie humana. Es el cimiento donde se radica su continuacion. Nos "está en la sangre" y es la reaccion natural, como dices, de todos seres vivos.
Todas las estratégias de supervivencia de las espécies se llevan a cabo, y esto hay que subrayarlo, desde el punto de vista del indivíduo. Las menos exitosas tenderán a desaparecer, prevaleceran las exitosas en el camino evolutivo.
Yo veo el tema de la eutanásia del punto de vista del enfermo y no delpunto de vista del médico, de la sociedad o dela religion. Nuestras disidencias sobre el tema basan por ello en questiones de enfoque.
Estoy seguro que en la inmensa mayoria de los casos un enfermo terminal luchará por la vida, eso es lo natural y lo expectable. En estos casos, la sociedad se deve volcar sobre el indivíduo a todos niveles, físicos y psicológicos, ayudandole en su lucha.
Pero - y en esto no me has convencido - debe ser del mismo modo el indivíduo a decidir, quando la muerte se vuelve innevitable, desde su conciencia y sus conceptos de dignidad, su forma de morir.
No hay que, en el umbral de la muerte, imponerle un sufrimiento que no desea soportar. Eso me sigue pareciendo poco respectuoso, lamento decirlo.
Un último inciso sobre las verdades absolutas. Son absolutas para quien cree en ellas, y puede que cada uno de nosotros tenga suverdad distinta. Me parece muy bien que se propugne por extender nuestra verdad desde el convencimiento. Me entristece quando se intenta hacerlo desde la obligacion.
Veo que me repito... por esta vez si que me he vuelto pesado! Pero no creo que vuelva a fastidiaros con mis conceptos sobre el tema, que me parece ya agotado.
Seguiré tus huellas en este camino virtual, Caminante, si me lo permites. Pondré mis pasos sobre ellas muchas veces, ya lo creo. En otras posiblemente pisaré al lado, siempre con tolerancia y respecto.
Un cordial saludo

José

caminante dijo...

Caro José: gracias nuevamente por tus palabras. Estamos más de acuerdo que en desacuerdo.
Repito: la verdad no se impone, se propone. Y tiene, por sí misma, suficiente atractivo para ser acogida. La inteligencia es la facultad de la verdad. Y la acoge cuando la capta. Jesús, que es la Verdad, dice: Si quieres venir en pos de mí...
Cierto, amigo José: el enfermo es autónomo, pero no es dueño de la vida. No le pertenece, sólo la administra. Y ha de dar cuenta de ella. Si no hay Otra Vida, cierto que ésta y el sufrimiento que implica, no tienen sentido. Si después de esta vida no hay nada... no merece la pena vivir. Pero SÏ hay otra vida, independientemente de nuestras creencias. Y tú sabes que la hay. Nuestros seres queridos que han partido, viven. Y no sólo en el recuerdo.
José, cierto. Cuando ya no queda esperanza razonable de vida, el enfermo puede renunciar a un tratamiento que alargue innecesariamente la vida. Pero no puede pedir que lo maten ni que alguien decida su muerte por
él.
Te repito: una cosa son los cuidados paliativos y otra, muy distinta (e indigna), el ensañamiento terapéutico. Ayudar a bien morir, respetando la dignidad del paciente, dándole cariño, comprensión, compañía, alimentándolo, esto no es eutanasia.
Como tampoco lo es el administrarle calmantes cuya continuidad acorte la vida. No es lo mismo matar que dejar que la muerte llegue de modo natural.
Caro José, si tenemos los conceptos claros, entendemos. Para solucionar un problema, lo primero que hemoe de hacer es plantearlo bien.
Ni cansas ni incomodas.
Un fortísimo abrazo.

Anónimo dijo...

Estimado amigo, tus razonamientos parten desde unos fundamientos que TU crees que son ciertos. Pero no son los mios, por lo que será difícil que coincidamos...

Yo soy agnóstico. Por eso si me dices que el hombre no es dueño de su vida tengo alguna dificultad en acompañarte.

Entiendo que tu razonamiento es lógico y coherente desde tu forma de encarar la vida, y como ya he dicho, la coherencia es un valor que admiro y respecto. Intento tenerla tanbien desde mis puntos de vista.

Me gustaria que me contestaras a una pergunta que te hice en el transcurso del debate, y posiblemente te ha pasado despercibida:

Si, por circunstancias objectivas, un enfermo terminal no tiene posibilidad de acceder a cuidados paliativos y padece de un sufrimiento insoportable, tu posicion seria la que sufriera hasta el momento de su muerte?

Totalmente de acuerdo respecto a que la verdad no debe imponerse. Pero, prohibir la eutanásia por ley no será IMPONER al agonizante una opcion una verdad que podrá no ser la suya?

Para terminar: yo no sé si los seres queridos que nos abandonan viven otra vida. Sé que no están a mi lado, a no ser en mi recuerdo y en mi corazon. Bien que me gustaria creer que estan realmente vivos aun, la perdida se volveria mucho menos dolorosa. Pero en esa vida de que hablas, podrian continuar sufriendo si, por ejemplo, en su vida mortal defendieran, como yo, el derecho de decidir de su muerte, aun que lo hicieran desde una total honestidad intelectual y social.

Un cordial saludo

José

caminante dijo...

Cierto, amigo José. Si no existe una verdad objetiva, tampoco es posible el acuerdo. Pero la verdad objetiva existe. No es cuestión de que yo lo crea o no. Mi creencia no hace la verdad. Como mi increencia no destruye la verdad.
La coherencia es un valor.
Jamás la muerte de una persona enferma puede justificarse. La vida es un derecho al que nadie puede renunciar, a no ser por una CAUSA NOBLE: salvar otra vida -caso de los médicos- dar testimonio -caso de los mártires-, entregarla por amor a otra persona.
La eutanasia nunca pude justificarse.Nunca es lícito matar
a otra persona para ahorrarle sufrimiento. Noes esta la finalidad de la medicina, como queda explicado más arriba.
En caso de dolor insoportable y ante la imposibilidad de acudir a un remedio, no puede matarse a nadie. Habrá que administrarle calmantes -¿no es esto cuidados paliativos?- que, sabemos, pueden acortar la vida. Aquí actúa el principio de doble efecto tantas veces aplicado en el ámbito moral.No se quiere la muerte, se permite la muerte como efecto secundario no principal.
Prohibir la Eutanasia no es imponer nada. El Estado está al servicio del Bien Común y ha de garanrizar el respeto a los Derechos Fundamentales de la persona. Tenemos, también en España, jurisprudencia suficiente.
José, créeme. Nuestros seres queridos viven en otro mundo. Esta creencia hace más soportable su ausencia. Hemos de pedir esta fe.
Yo no soy quién para decir dónde están nuestros eres queridos. Espero, deseo y pido que estén en camino de felicidad -si aún no lo están-. Sé -esto es lo que creo porque Él lo ha dicho- que en el otro mundo hay dos caminos: uno de felicidad y otro de desagracia. Somos libres para elegir dónde queremos estar y Dios respeta nuestra libertad. Grande debe ser este don cuando así Dios lo respeta. Aventa las cenizas que la vida ha ido acumulando sobre la hoguera de tu fe de infancia. Y la brisa suave de la oración, hará que brille de nuevo. Te lo deseo fervientemente y rezo para que así sea.
Un forítisimo abrazo.

Anónimo dijo...

Amigo mio, quantas questiones has sugerido en tan pocas líneas... a su tiempo, y sobre tus huellas, quizás tengamos oportunidad de debatirlas.

Me quedo en que partimos de verdades distintas al razonar sobre la eutanásia. Dicho sea de paso que no la defiendo y mucho menos quiero imponerla. En este punto si que tenemos planteamientos distintos.

En todo caso, y perdoname que sea tan "contable" en estos temas, nuestra vision del tema coincide, desde la práctica, en la inmensa mayoria de casos de enfermos terminales, que de forma natural se aferran a la vida conquistando cada minuto - esa es la ley primera de la evolucion, la lucha por la vida.

Nos queda la infima minoria de aquellos que deciden morir bajo su estricto y personal concepto de dignidad. Aqui si que divergimos, ya que nuestros enfoques son distintos: para mi hay alturas en que imponer nuestra vision de las cosas siempre es malo.

Un cordial saludo

José

caminante dijo...

Caro José copio un párrafo que puede ayudarte; de un médico que ayer era ordenado sacerdote:
"Caro José, te copio unas palabras de un médico ordenado sacerdote en el día de ayer:
"Uno de los nuevos sacerdotes es el médico australiano Amin Abboud, de 41 años, que trabajó como médico en el Repatriaton General Hospital Concord de Sydney. Amin también se dedicó profesionalmente a la atención de personas con alzheimer y de los presos de una cárcel australiana.

"La antropología cristiana ha sido fundamental en mi trabajo", explica. “En la carrera nos explicaban cómo preparar a una persona ante la muerte y ante el dolor, sin argumentos religiosos. Pero a mi aquello me parecía vacío. La fe, en cambio, te permite abrirte a otra vida y dar sentido a la presente. Es una medicina de valor incalculable”.
Con un fortísimo abrazo

Anónimo dijo...

Caro Caminante, lo dicho: decididamente partimos de enfoques diferentes en el análisis del tema.

Tus verdades absolutas son: hay vida después de la muerte; nuestra vida pertenece a un ser supremo que nos la prestó para que la administremos segun sus leyes; si alguien no cree en esto, habrá que convencerlo; si no podemos convencerlo, habrá que aun asi obligarlo a seguir una pautas que no son las suyas, aun quando yace moribundo en su lecho de muerte.

Yo no tengo verdades absolutas. Yo advogo por la tolerancia, no intentaré imponer mis verdades a no ser que de ello depienda mi bien estar o el bien estar de la sociedad. Para mi cada hombre es dueño de su vida mortal, y respecto lo que quiera hacer con ella ante la muerte inevitable y el sufrimiento atroz. No vendrá mal a la sociedad en su conjunto por ello.

Tu lógica se accepta a los que sienten fé. Quienes no la tienen, por que tienen que cumplir tus directrices? Imponiendo la fé se invadieron pueblos en África y Sud-América; contra los "infieles" se lanzaron guerras y invasiones, inquisiciones y tribunales religiosos. Creo que el mismo Juan Pablo II ha reconocido ese error con un pedido de disculpas a los pueblos ofendidos.

Como hemos coincidido en el curso del debate, la fé no se impone, se propone.

Si que hay en la sociedad actual una crisis de valores. Para mi uno de los que más valoro y veo en falta es la tolerância. Se persiguen las personas con multitud de leyes, condicionandolas de todas formas. Dejemos que sean libres de decidir, al menos en su lecho de muerte.

Un cordial saludo.

José

caminante dijo...

Caro José: no intento imponer a nadie nada. Sencillamente quiero hacer participe a mis amigos -y a los que no lo son- la verdad que justifica mi vida y que le da sentido. Por ello soy lo que soy y doy gracias a Dios de ser así.
La tolerancia no es relativismo. La tolerancia es respeto para quien no piensa como yo. Pero no puede llevarme a decir que es negro lo que es blanco. Las cosas son lo que son y no lo que yo pienso que son.
Es cierto que en nombre de la verdad se han cometido errores, se han levantado fronteras. Pero no juzguemos con criterios de hoy acontecimientos de ayer. Recononozcamnos el error y rectificquemos.
Benedicto XVI dice que no se puede emprender una guerra invocando a Dios.
Y, permíteme que te diga con todo respeto: el hombre no es dueño de su vida. El hombre es libre para aceptar o no lo que Dios quiere de
él. Pero también es responsable, es decir ha de dar cuentas al Creador de cómo empleó su vida en esta tierra. Será juzgado por un Dios que es Padre amoroso -nunca juez vengativo y sin corazón- y que nos quiere tanto, tanto que entregó a la muerte a su propio Hijo Jesús en la Cuz por amor a cada hombre. No puede haber amor más grande. Es bueno dejarse acoger por los brazos amorosos de tan buen Padre. Ánimo.
Si algún día quieres leer algo sobre esto, puedo pasarte -vía correo electrónico- un gran libro.
Con el afecto de siempre, con el respeto que me mereces, con la oración sincera,
Un fortísimo abrazo.

Anónimo dijo...

Estimado amigo, un último inciso sobre este tema:

Yo admito que no quieras imponer nada a nadie. Pero al pugnar por que quede plasmada en la ley la proibicion de la eutanásia en qualquer situacion, estás objectivamente pugnando para que se impongan tus conceptos.

Esta es nuestra principal discordância. En quanto a opiniones objectivas sobre el acto en si mismo, creo que estamos más de acuerdo que en desacuerdo.

Te agradezo el afecto que manifiestas, y aun más el respecto. Sabes que es recíproco.

Un cordial saludo.

José

caminante dijo...

Caro José: gracias por tus palabras. Son las de un caballero.
El Estado ha de legislar respetando el Bien común. Y la defensa de la vida, de toda vida humana, pertenece a los derechos fundamentales de la persona, pertenece al Bien común.
Pienso que defender esto no es imponer nada a nadie. Es proteger, sobre todo, a los más débiles.
Un fuerte abrazo.Reitero lo dicho en la despedida anterior.

Anónimo dijo...

Amigo mio, empezamos a caminar en círculos y a repetir argumentos. Me queda clara tu posicion, como pienso lo ha quedado la mia.

Quien sabe habrá oportunidad para discutir el tema detenidamente... el tecleo es un arma que nos vuelve más cercanos, pero aun asi limita discusiones de este tipo.

Apesar de las divergencias te agradezco la cordialidad que has usado en el debate.

Volveremos a vernos, casi seguro.

Un caluroso abrazo.

José

Unknown dijo...

Caminante: a esto me refiero yo cuando hablo de eutanasia: -administrar un tratamiento necesario que está dirigido a paliar los sufrimientos del enfermo y, que como consecuencia permitida pero no querida, se sigue el acortamiento de la vida.
-dejar de administrar tratamientos extraordinariosa un paciente en coma irreversible cuando haya perdido toda actividad cerebral.
Es obvio que cualquier otra forma es matar un ser humano.
Quizá en mi ignorancia me expresé mal en el post de Alberto. UN abrazo y gracias por las enseñanzas.