sábado, enero 07, 2006

A ti, amigo mío, quien quiera que seas, te digo: tú y yo no somos producto, somos fruto. Fruto del Amor de Alguien que te llama, me llama, a mantener con Él un diálogo eterno. Te ama, me ama, sin mérito alguno por tu parte, por mi parte.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que alegría me da comprobar que esta página también es fruto de alguien que ama y llama a tener un diálogo con Él. ¡Muchas gracias!

caminante dijo...

Bienvenido al Camino.
Muchas gracias por visitar mi Blog.
Que los fríos mañaneros no extingan el calor de tu Corazón. Ya sé que no porque "in oratione mea, exardescit ignis".
Un fortísimo abrazo.