miércoles, enero 18, 2006

El hombre tiene hoy gran poder. Casí diría todo el poder. Y se siente triste, ha perdido la alegría de vivir. Insatisfecho. Pesimista. Sin horizonte. ¿Por qué? Me parece que en estas palabras puede estar la contestación:
"...el hombre de la era tecnológica, si se encamina hacia una atrofia espiritual y a un vacío del corazón, corre el riesgo de ser víctima de los mismos éxitos de su inteligencia y de los resultados de sus capacidades operativas. Por eso es importante que abra la propia mente y el propio corazón a la Natividad de Cristo, acontecimiento de salvación capaz de imprimir renovada esperanza a la existencia de todo ser humano" (Benedicto XVI).

2 comentarios:

Confessionário dijo...

Ha perdido la voluntad de vivir porque se ajustou a si mismo el poder. Como no lo ha conseguido... mira, El nascimiento de Dios és la luz del que no ha alcançado fuerça em si mismo!
Perdona el espanhol...

caminante dijo...

Querido amigo, gracias por tu comentario. Desde hace tiempo recorro el Confesionario. Y me agrada. Y mucho.
Perdóname. Mis raíces portuguesas me permiten entender bien vuestro bellísimo idioma. No tengas reparo en contestarme en portugués. Quizá te resulte más fácil.
Que Dios te bendiga y bendiga todo el bien que haces.
Un fortísimo abrazo.