Valió la pena. Compensó cualquier sacrificio.
Fue mucho lo que recibimos.
Decían allí que no recordaban nada parecido. Ni siquiera con motivo de los Juegos Olímpicos.
La alegría en las calles, en el tren, en el barco.... contagiaba.
Impresionante ver a la gente joven rezando, horas y haciendo cola, ante el Santísimo Sacramento. En las dos capillas: la de la Ópera y la del Centro de Convenciones.
Y en los templos católicos de la ciudad.
El silencio se cortaba en la Vigilia y en la Misa. 500.000 jóvenes en silencio de adoración... La Policía lo comentaba asombrada.
No terminaría de contarte.
Destaco las palabras del Cardenal de Sidney, al finalizar la Misa: "Santidad, puedo decirle que, desde hoy, Sidney es diferente. Australia es diferente.
Un fortísimo abrazo.
6 comentarios:
Cuanta emocion contenida en pocas palabras, pero no hacen falta màs. Y ademàs, repitiendo tus palabras, semejantes vivencias no se pueden terminar de contar. Me alegro por ti, por quienes estuvieron, por Sydney y por Australia. Que vivencias!
Ahora el futuro es todo vuestro. Vamos España a prepararse. Què bendiciòn!
Caminante me permites transcribir tu texto asi todo completo en mi blog? Es breve, virtud que yo no domino ;) y hace sentir la riqueza de la experiencia. Un abrazo.
ljuzmila: me siento muy honrado. Y te doy las gracias. Puedes utilizar el texto cuanto quieras.
Y gracias también por tu anterior post.
Un fortísimo abrazo.
Ya está. Titulado Aventura espiritual en tres tiempos. Muchas gracias. Un abrazo.
Ainda bem que correu muito bem. Que os frutos sejam muitos. Vem conhecer a experiência que tive com os sem-abrigo.
beijos em Cristo e Maria
MARIA JOÂO, ¡dónde puedo conocer tan bonita experiencia?
Un fortísimo abrazo.
Publicar un comentario