jueves, junio 22, 2006

DOS CAMINOS

Amigo mío, déjame que te diga: el hombre tiene ante sí, en esta tierra, dos caminos. En sus manos está elegir uno u otro. Y pechar con las consecuencias. La duración de cada camino es la duración de la propia vida.

Uno de los caminos es ancho, carretero, lleno de placeres, sin dificultades. Termina en un lugar inhóspito, cargado de odio, rencor, malquerencia, envidia... Muchos lo recorren.

El otro camino es estrecho, lleno de piedras, áspero, precisado de esfuerzo. Se abre, al final, en un vergel. Allí todo es alegría, paz, sosiego, amor. Amplios y bellos horizontes. Pocos se deciden a transitarlo.

A estos les digo lo que encontré, escrito en roca, en un camino de montaña cuando las piernas comienzan a doler, asoma el desánimo y llegan voces desde el valle que dicen: "No vale la pena".

Y, vencida la indolencia, llegas a la cumbre, ves que sí valió la pena. El paisaje es espléndido, el silencio se corta, la luz es más nítida, el aire sin cotaminación, el agua manantial.

19 comentarios:

caminante dijo...

Caro Lobo: lo prometido es deuda. Espero que te sirva. Te escribo desde la altura.
Un fortísimo abrazo y hasta el Sábado, Dios mediante. Que ya será Julio.

Anónimo dijo...

No tengo tiempo para contestar como se merece a este post. Me temo, además, que daría para una tesis doctoral.

Lo dejamos pendiente, aunque ya sabe usted que mi comentario no será de su agrado.

Pero recuerde usted que todos los caminos llevan a Roma...

Disfrute de sus alturas.

Paz a los hombres de buena voluntad, sea cual sea la voluntad.

TORO SALVAJE dijo...

Obviamente todo el mundo coge el cámino fácil, por comodidad, por lo que sea, el difícil, en la vida, a veces no sabes a donde te lleva, y aquí radica el problema, porque después de tanto esfuerzo puedes desembocar delante de una pared.

Saludos.

Ondina dijo...

No conozco nada que valga la pena que no se consiga con esfuerzo...
Si quieres ver,qué se ve más allá de lo que está a la vista,no queda más remedio que escalar.
Cómodo dejarse llevar por lo fácil,alto el precio de esa comodidad,no lo vale,al final,vida hueca

caminante dijo...

Cara Ondina: nada añado a tus palabras. Lo que vale, cuesta. Incluso en el plano meramente humano. En términos muy actuales: para ganar es preciso sudar la camiseta. Gracias.
Un fortísimo abrazo.

Angélica dijo...

Cuando contemplas una montaña desde la lejanía la ves de color azul-verdoso, explendida; con ondulaciones. Te vas acercando y empiezas a darte cuenta que tiene camininos y que hay partes de ella deserticos y otros verdosos. Pero cuando ya estas en ella te das cuenta que es árida y empinada, pero que tiene el encanto de la primera imagen que tuviste antes de empezarla a subir; esa imagen azul-verdosa. Desde alli miras las otras montañas y te das cuenta que son azul-verdosas y contemplas... vuelves al inicio del ciclo.

Bonito descubrimiento he tenido.

Lety Ricardez dijo...

Dichoso usted que escribe desde la altura, para mi el camino es largo, colinas y tal vez alguna montaña que por su tamaño apenas merece el nombre de tal, voy escalando. Pero para pasar de una a otra, no puedo evitar descensos que me abruman.

Lo saludo Caminante

Ely.- dijo...

Qué bellísimo mensaje! El tuyo, no el de la piedra...


Saludos,
Ely.-

fgiucich dijo...

Esa cumbre que cuya trepada se hace muchas muy difìcil, pero hay que intentar de todos modos. Abrazos.

fgiucich dijo...

Perdòn, dede decir " se hace muchas veces muy difìcil"...

Anónimo dijo...

Hola de nuevo, Caminante.

El estilo metafórico es eficaz, pero tiene el peligro de las interpretaciones subjectivas...

Se ve en la história del hombre la busqueda contínua del mejor camino - y el más fácil... - para conseguir los objectivos que se propone. Esa ha sido la clave del progreso, y todos intentamos utilizarla. De no ser asi estariamos comunicando por señales de humo y no frente a un ordenador...

Perdona la broma, que no lo es tanto. Entiendo tu mensaje, pero matizando - lo verdaderamente importante es el objectivo, no siempre habrá que escoger el más tortuoso. Y hay veces que ni siquiera se puede escoger - nos queda nada más que uno, el más difícil.

Saludos cordiales

José

caminante dijo...

Caro Lobo: te echo de menos. Sé que pronto eswcucharé tus aullidos. Acompañan, no meten miedo. Son cordiales.
Un fortísimo abarzo.

caminante dijo...

Caro torosalvaje: gracias por tu visita. Siempre reconforta y anima. Espero que sea la primera de otras muchas. Prometo visitarte, auque no deje mensaje.
Créeme, el camino, el tuyo y el mío, no termina ante una pared. Culmina en los brazos amorosos de quien, porque nos mama, da su vida por cada uno de nosotros. Y nos espera. Y quiere darnos un fuerte abrazo. Ya lo decía Unamuno: "Acógeme, Padre, en tu seno, dulce hogar..."
Un fortísimo abrazo.

caminante dijo...

Cara Angélica: gracias. Y me alegro que te haya gustado y servido. Poner a disposición de los demás lo poco que uno tiene, fructrifica siempre. No dejemos que las cosas buenas se pudran en nuestro interior. Compartamos.
Un fortísimo abarzo.

caminante dijo...

Cara Lety: no dejes de ascender, aunque sea poquito a poco. Quien camina, llega. Con fatiga, con desánimo, con alegría... pero llega. Y eso es lo importante. Nos espera, al final del camino y mientras caminamos, el Amor. Ésta es nuestra fuerza. Él sabe disculpar siempre nuestro canasancio y nuestro desánimo. Y nos fortalece para que sigamos.
Un fortísimo abarzo.

caminante dijo...

Cara Ely: me parece que de alocada mente, tienes muy poco. Son profundos tus pensamientos. Y, sobre todo, sabes acoger, saber aprender. Esto es muy impotante.
Un forísimo abrazo.

caminante dijo...

Caro Fgiucich: vale la pena ascender. Es decir, compensa la pena que sufres. Desde la altura las cosas se ven de otro modo, más claras, más brillanes, sin la contaminación que produce el valle. "Per áspera ad astra", decía el clásico. Volar como las águilas hacia el sol.
Un fortísimo abrazo.

caminante dijo...

Cierto, caro José. No siempre el camino es áspero, agreste. También hay momentos de senderos plácidos, a la vera del río que refresca, a la sombra de ayedal. Y, como bien dices, también se da el caso que no puedes elegir. Pero todo está previsto por una mano -como la mano que mece la cuna- paternal y cariñosa. Respetando,porque nos quiere, nuestra libertad.
Un fortísimo abrazo. Y me alegro de descubrir, de nuevo, tus huellas en mi camino.

Anónimo dijo...

Caminante, además de ser un placer, es un repto compartir tu camino, aun que nuestras huellas no siempre sean coincidentes y algunas veces no comprenda las marcas que intentas imprimir en este suelo virtual.

Por cierto, lo de la mano cariñosa que todo regula. Por que dará a unos tantas opciones de caminos a seguir y a otros no les deja más que un solo, lleno de sufrimiento y de dureza?

No acabo de comprender tanta falta de equidad, pero (ya lo sabes...) mis razonamientos los intento hacer desde lo concreto, mejor dicho, con los piés en el suelo.

Un cordial saludo

José